Rosa María Herreros Torrecilla nos dejó a los 83 años, dejando un legado imborrable en sus seres queridos y en la comunidad cultural de La Rioja. Su vida estuvo marcada por la pasión, el compromiso y el amor por su tierra natal, Badarán, donde comenzó su extraordinario camino.

Licenciada en Geografía e Historia, Rosa María dedicó buena parte de su vida a revitalizar la cultura riojana. Fue la primera mujer en presidir el Ateneo Riojano, un cargo que desempeñó con dedicación y visión entre 1986 y 2002. Para ella, ser la primera mujer en liderar la institución no era relevante; lo importante era el impacto de su labor. Transformó el Ateneo en un espacio de encuentro para artistas, escritores y pensadores, consolidándolo como un referente cultural y social.

Amante de su pueblo natal, Badarán, Rosa María trabajó incansablemente para preservar sus tradiciones y fortalecer su comunidad. Fue la organizadora de la entrañable Mesa de los Apóstoles, que cada Jueves Santo reunía a los vecinos en una celebración de fe y unidad. Además, ayudaba con gran entrega en las labores parroquiales, convirtiéndose en un pilar fundamental en la vida religiosa y cultural del pueblo. Su contribución fue vital para mantener vivas las costumbres y transmitirlas a las nuevas generaciones.

Como autora, Rosa María también dejó su huella con el libro «El cine parroquial de Badarán, lugar de imagen y palabra», publicado en 2012 por el Instituto de Estudios Riojanos, un testimonio único de la vida y tradiciones de su pueblo.

Rosa María compaginó su amor por la cultura y su comunidad con una carrera profesional ejemplar como jefa de la sección de Correos de La Rioja, donde trabajó durante décadas hasta su jubilación. También fue miembro activo de la Coral de Badarán, cuya música se convirtió en un reflejo de su alma generosa.

Su compromiso con el Ateneo Riojano no terminó con su presidencia. Rosa María permaneció cerca, apoyando las iniciativas culturales y defendiendo la importancia de la cultura en la sociedad. Por su incansable labor, recibió múltiples reconocimientos, entre ellos la distinción de Riojana del Año 2002 y la Insignia de San Bernabé en 2007.

El pasado 16/11/24, la Coral de Badarán rindió un sentido homenaje musical en la misa funeral por su descanso eterno, un tributo que simbolizó el amor y la admiración que Rosa María despertó en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.

Hoy, despedimos a Rosa María con profunda tristeza, pero también con el orgullo de haber compartido su luz. Su legado, su pasión por la cultura y su amor por su pueblo seguirán vivos en cada rincón de Badarán y de La Rioja.

Descansa en paz, Rosa María.

Adjuntamos las diferentes intervenciones de la Coral: